


Realmente no se puede definir de otra manera, son obras de arte y de puro amor al prójimo. Son espetaculares las ropitas y los cuadritos que nos tejió nuestra joven amiga María Helena, con sus 83 años, con manos de hada y esa bondad que se ve en sus ojos repletos de una ternura inmensa. Que buen ejemplo nos da esa jovial señora... Cuando uno escucha los noticieros o lee los diarios, todo es desesperanza y tristeza, pero también existe el otro lado, como en el caso de Maria Helena, que nos da la energía, el ejemplo y
esa fuerza para seguir... como también pasa con tanta otra gente que nos ayuda en nuestra labor.
esa fuerza para seguir... como también pasa con tanta otra gente que nos ayuda en nuestra labor.Es que hay mucho amor en todo lo que hace Maria Helena y todos nuestros amigos colaboradores, y yo estoy totalmente convencida de que sólo el amor es capaz de cambiar el mundo y el corazón de las personas.
